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Consejos de TED: presentar ideas para lograr que tus equipos se comprometan

Al menos 20 veces, he visto la charla TED de Sir Ken Robinson “¿Las escuelas matan la creatividad?” de 2006 y aún me río de sus bromas. Podría recitar las historias al mismo tiempo que Sir Ken, aunque todavía me maravillan sus finales astutos. Cada vez que alguien quiere debatir acerca de la educación, siempre cito su sabiduría.  

Entonces, ¿qué es eso?  ¿Cuál es ese factor X que hace que las palabras de alguien se te graben en el cerebro y cambien tu forma de pensar?  Sé que no soy imparcial (soy coach de oratoria y escritora de discursos); sin embargo, desde mi perspectiva, ese factor X es más como una especie de superpoder de comunicación. Afortunadamente para todos nosotros, es un superpoder que podemos aprender a ejercerlo.  

Hay muchas herramientas ya comprobadas (y altamente investigadas) que pueden ayudarte a hacer que tu próximo discurso, presentación, reunión individual, reunión de junta administrativa, llamada de ventas y cualquier otra comunicación sea atractiva, persuasiva y memorable. Aquí están algunas de mis favoritas y, no por casualidad, muchas de las mismas herramientas que hacen que las charlas TED sean tan inolvidables.  

Audiencia antes que contenido, siempre

Muchos de nosotros nos comunicamos en la dirección incorrecta. Por dirección incorrecta, me refiero a que planeamos nuestros temas de conversación, diseñamos nuestras diapositivas en PowerPoint, enviamos correos electrónicos antes de detenernos y preguntarnos “¿qué espera mi audiencia de esta comunicación? ¿Por qué se toman un momento en sus ajetreados días para escucharme?”. Sucede que: si tu audiencia no se ve reflejada en tu presentación o no le interesa tu reunión o, peor aún, si no entiende cómo tu discurso les aplica, entonces no tiene sentido abrir la boca. Es por eso que los mejores comunicadores siempre piensan en su público antes que en su contenido.  

El acrónimo A.B.C. de “Audiencia antes que contenido” originalmente proviene de from Jim Wagstaffe, un antiguo colega de Briar en  Stanford. Si bien TED usa este concepto frecuentemente en su trabajo con oradores, TED no lo afirma como su idea original.

Aquí en TED, siempre les pedimos a los oradores que identifiquen qué quieren “regalarle” al público.  Si quieres que tu próxima comunicación sea excelente, hazte esa misma pregunta.  

Estructura tu comunicación en torno a una única idea

Nunca olvidaré el momento en que me di cuenta de que todos en el ámbito de los negocios estaban diciendo lo mismo.  Estaba revisando los borradores de los temas de charla de tres CEO distintos de tres compañías diferentes y cada uno de ellos tenía previsto hablar de cómo la cultura es más importante que la estrategia. Recuerdo que en ese momento pensé que era muy divertido.  Pero no es motivo de risas.  

Hay mucho contenido disponible y, como resultado, la capacidad de atención de todo el mundo está prácticamente por debajo de cero.  Si tu público cree que ya ha escuchado lo que tienes para decir, dejará de prestar atención.  O supongamos que estás en una llamada de ventas con un posible proveedor nuevo, y que este no explica por qué su oferta es única o útil para tus necesidades específicas. ¿Le creerías? 

Entonces, para identificar tu idea única, es útil pensar en la diferencia entre una idea y un tema:

  • Un tema es la orientación general que te dan antes de una presentación, reunión, etc.  Los temas son de un nivel alto. Pero, si creas tu comunicación en torno a un tema, acabarás con demasiada información. 
  • Ejemplo de tema:  “¿Podrías hacernos una presentación sobre el futuro del trabajo?”
  • Una idea es un ángulo único de tu tema. Cuando compartes tu idea, tu objetivo es hacer que tu público vea el tema de una manera nueva o matizada.   
    • Ejemplo de idea:  “Cuando los robots nos reemplacen en nuestros trabajos, seremos más felices y más creativos.  Hoy te voy a contar por qué”. 

Es hora de dejar la jerga

Es probable que nadie haya pensado dos veces cuando por primera vez se dijo: “Debemos cambiar el paradigma”. Pero, cuando las frases hechas se utilizan con demasiada frecuencia, pierden su significado. Es decir, cuando se cuelan demasiado en tu comunicación, toda tu idea puede perder su significado.  ¡Caray!

La mejor manera de evitar la jerga es preguntarte, si estuvieras tomando un café con un amigo ¿cómo estructurarías tu mensaje?. ¿Realmente dirías “debemos cambiar el paradigma”  o dirías “tenemos que hacer algunos cambios?” 

Sí, utiliza datos, pero ponlos en contexto:

Los datos pueden ser una excelente manera de agregar credibilidad a cualquier comunicación.  Pero, demasiadas estadísticas pueden restarles peso a las que realmente importan. Así que, si utilizas datos, ¡oblígate a editarlos!  Luego, trata de situar cada cifra en su contexto. Por ejemplo, ¿qué significan en verdad 10 millones de dólares en ventas anuales?

Creo que los astrofísicos de TED lo hacen muy bien.  Recuerdo que un orador nos ayudó a entender las distancias de los años luz explicando que, si alguien viviera a 4,4 años luz, ¡no recibiría su entrega de Amazon hasta dentro de 50 000 años!  

Y, por último, las anécdotas son estupendas, pero solo si son oportunas:

Seguro que has oído la historia sobre contar cuentos.

Nuestros antepasados se sentaban alrededor de la hoguera a contar historias.  Como resultado, estamos “programados” para conectar con los demás a través de historias, por lo que debes contar anécdotas para conectar con tu audiencia.  

Sí, las historias nos ayudan a conectar.  Pero he conocido a muchos oradores que creen que deben contar historias muy personales para crear esa conexión.  No hace falta que te diga que compartir una historia sobre tu abuela durante una reunión de estrategia en lugar de ayudar, distrae.   

La verdadera razón por la que estamos “programados” para las historias es que a nuestro cerebro le resulta más fácil entender la información en formato narrativo que en una lista de hechos.  Esto significa que las historias efectivas no siempre tienen que ser profundamente personales, pero sí tienen que ser apropiadas para tu idea.  Además, siempre deben seguir la estructura narrativa correcta:  Escenario → Personajes → Conflicto → Clímax → Resolución.  

Finalmente, permíteme hacer una última reflexión. No tienes que esperar a que te llegue la oportunidad de estar en la gran alfombra roja de TED para poner a prueba tus nuevos superpoderes.  Pruébalos mañana en tu comunicación diaria, ¡en tu próxima reunión!  Las oportunidades de convertir palabras mundanas en comunicaciones agradables, persuasivas y memorables están a nuestro alrededor.  Por mi parte, espero que utilices tus poderes para hacerlo.  

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Sobre la autora

Briar Goldberg es la directora de Coaching para Oradores de TED y es experta en oratoria y en comunicación estratégica. Además de entrenar a cientos de oradores de TED, ha trabajado con líderes de algunas de las mayores empresas del mundo, como los CEO de Facebook, Ford y Levi’s. Entrenó a ganadores de Grammy y de premio Nobel y a varios funcionarios del gobierno, y escribió sus discursos. También imparte entrenamientos para empresas a nombre de TED. Briar ha enseñado Comunicaciones en la Universidad de Stanford y en Kellogg School of Management de Northwestern. Sus consejos sobre cómo hablar en público y comunicar eficazmente se han publicado en el Wall Street Journal, The Muse, The Huffington Post, Fortune, CNN y ABC News.